CREER EN JESUCRISTO para ser salvos
“¿Qué debo hacer para ser salvo? Ellos dijeron: “Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo, tú y tu casa”, Hechos 16:30-31.
“¿Qué debo hacer para ser salvo?”. Esta es la pregunta más importante de la vida. Ya que somos inmortales (Daniel 12:2; Mateo 25:46; Juan 5:28-29; Hechos 24:15) y que el cielo no es nuestro destino automático al morir, debemos averiguar qué hacer para salvar nuestra alma. “…¿Hay algo que valga más que tu alma?… ¿Habrá algún valor terrenal que compense la pérdida del alma?”, Mateo 16:26 (NTV, NT-BAD). El alma es tan preciosa que Jesús dio su vida para salvarla y el diablo da la suya para que la gente la pierda. Jesús dijo: “No teman a los que matan el cuerpo pero no pueden matar el alma. Teman más bien al que puede destruir alma y cuerpo en el infierno”, Mateo 10:28 (NVI). Morir no es lo peor que nos puede pasar. ¡Morir, después de morir, es lo peor que nos puede pasar!
¿Podemos preservar nuestra alma de la condenación eterna?
Claro que sí. Dios “…A todo el mundo… les ha ofrecido la posibilidad de salvarse del castigo que merecen”, Tito 2:10-11 (TLA); 1ª Timoteo 2:6; Romanos 8:32. ¿Y cuál es la condición? “Obedecer al evangelio”, Romanos 10:16. Pero “no todos obedecen el evangelio” (Romanos 10:16) por eso no todos son salvos, Mateo 7:14; Lucas 13:24-25. “Jesús… es fuente de salvación eterna para todos los que le obedecen”, Hebreos 5:9 (BLA). Obedecer el evangelio implica: 1) Oír el evangelio, Romanos 10:17; Juan 5:24-25. 2) Creer en Cristo, Juan 3:16; Romanos 10:9. 3) Arrepentirse de los pecados, Lucas 13:5; Hechos 3:19. 4) Confesar a Cristo, Mateo 10:32-33; Romanos 10:10; Lucas 12:8-9; Hechos 8:37; Mateo 16:16. 5) Bautizarse, Marcos 16:16; Hechos 2:38; Romanos 6:3-4. La persona que cumple todos estos requisitos nace de nuevo (Juan 3:3-5); entra en el reino de Dios (Colosenses 1:13); es agregado al Señor (Hechos 11:24) y también a su iglesia, Hechos 2:47.
¡Después de oír el evangelio, el primer paso hacia la salvación es la fe!
“Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo…”, Hechos 16:31. “Más a todos los que… creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios”, Juan 1:12. “Todos los que en él creyeren, recibirán perdón de pecados…”, Hechos 10:43. “…En él es justificado todo aquel que cree”, Hechos 13:39. Jesús dijo: “El que cree en mí, tiene vida eterna…”, Juan 6:47; 5:24; 3:14-16 y 36; 6:40; 7:37-38; 11:25-26; 20:31; Romanos 5:1-2; 10:9-10; Gálatas 3:22; Efesios 2:8; 1ª Juan 5:10-13. La fe es esencial para ser salvos. ¿Salvos de qué? Del pecado y del castigo eterno en el infierno. Jesús dijo: “…El que no creyere será condenado”, Marcos 16:16. ¿Condenado? Sí, ¡al infierno! “Cuando el Señor Jesús aparezca… traerá juicio sobre los que… se niegan a obedecer al evangelio… los cuales sufrirán pena de eterna perdición…”, 2ª Tesalonicenses 1:7-9 (NTV, RV60).
El pecado acarrea condena
“La paga que deja el pecado es la muerte”, Romanos 6:23 (NTV). Lo que condena a la persona es el pecado. Si la persona no cree en Jesús “morirá en sus pecados”, Juan 8:24. Por eso, los que no obedecen son aquellos que no creen. Si la persona no cree que será castigada eternamente no obedecerá a Dios. Si alguien grita “fuego en el edifico”, aunque no vea las llamas ni perciba el humo, saldrá corriendo. Es decir, ejecutará una acción en base a la creencia. Si uno no cree lo que Cristo dijo, simple y sencillamente no cree en Cristo.
Creer es obedecer
La palabra creer en la Biblia significa obedecer. “…Dios… ha dado a su Hijo… para que todo aquel que en él cree… tenga vida eterna”, Juan 3:16. Todo aquel que en él cree es todo aquel que le obedece: “El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que no obedece al Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios permanece sobre él”, Juan 3:36 (NBLH). Lo opuesto de creer no es dudar sino desobedecer. Cuando el pueblo desobedeció Dios dijo: “…Hasta cuándo se negarán a creer en mí…”, Números 14:11 (BAD). Desobedecer equivale a no creer: “…Ustedes se rebelaron… contra… el Señor… No creyeron en él…”, Deuteronomio 9:23 (PDT). Cuando Moisés desobedeció al golpear la roca (Número 27:14) Dios lo consideró incredulidad: “…Puesto que ustedes no creyeron en mí…”, Números 20:12 (RVC). Entonces, ¡el que cree es el que obedece y el que obedece es salvo! En cambio, el desobediente es el que no cree, y el que no cree se pierde para siempre. “¿Y a quiénes juró Dios que jamás entrarían en su reposo, sino a los que desobedecieron?… no pudieron entrar por causa de su incredulidad”, Hebreos 3:18-19 (BAD). “No todos obedecen al Evangelio; pues Isaías dice… ¿quién ha creído a nuestro anuncio?”, Romanos 10:16 (OSO). Muchas personas creen que tienen el cielo asegurado por haber creído en Jesús. Sin embargo, Jesús afirmó que solo: “…El que obedezca mi enseñanza jamás morirá”, Juan 8:51 (NTV). Y luego dijo: “…Si me obedecen, tendrán la vida eterna”, Juan 5:25 (TLA).
No es la fe sola la que nos salva
Wayne Partain dice que muchos pasajes de las Escrituras mencionan solo un requisito para ser salvos. “El que oye mi palabra… tiene vida eterna…”, Juan 5:24. ¿Es acaso el oír el único requisito para ser salvo? “Aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo”, Romanos 10:13. ¿Invocar el nombre del Señor es el único requisito para ser salvo? “También a los gentiles ha dado Dios arrepentimiento para vida”, Hechos 11:18. ¿Es el arrepentimiento el único requisito para ser salvo? “…Con la boca se confiesa para salvación”, Romanos 10:10. ¿Es la confesión el único requisito para ser salvo? “El bautismo… nos salva…”, 1ª Pedro 3:21. ¿Es el bautismo el único requisito para ser salvo? Nadie cree que solo por oír la Palabra de Dios, solo por arrepentirnos de los pecados, solo por confesar a Cristo o solo por bautizarnos ya somos salvos. Si decimos que solo con creer somos salvos, también podríamos decir que solo con oír o solo con arrepentirnos podemos ser salvos. Los textos que mencionan estos requisitos son tan claros y explícitos como los que hablan de la fe. Además, muchos de los que creen en Jesús no se salvan. Los demonios creen (Santiago 2:19), ¿y por eso son salvos?